Diario librero de Berni, 16 de junio de 2023
Hoy se cumplen dos años de «mi vuelta a casa». Dos años desde que volviera a incorporarme a la plantilla de Luces tras nueve años de ausencia.
Nunca imaginé que José Antonio me llamaría un día para ofrecerme llevar parte de las redes sociales de Luces. Fue toda una sorpresa. Yo, que venía de darme de baja de autónomo porque, por el confinamiento y las medidas de seguridad tras él, era inviable la labor que venía ejerciendo dando charlas sobre literatura fantástica y cómics para alumnos de la ESO, me encontraba con la oportunidad de regresar al lugar (al hogar) donde aprendí mi oficio; donde me formé en lo que soy. Porque si algo soy (o, cuanto menos, me considero) es librero.
Y me reencontraba también con muchos de los mismos compañeros que estaban cuando, por circunstancias personales, me fui. Silvi, Virgi, Jose, Lore, Laura, Janet, Andrea, Chari, Belén, Emilio, Fede, José Manuel… Los mismos aunque ninguno seamos los mismos de hace, hoy, once años. Todos (yo me incluyo) más maduros en lo personal y en lo laboral. Mucho más. Pero, por lo menos en lo que a mí respecta, en el trato, como si el tiempo no hubiera pasado; aunque con un «yo» más cercano que antaño, cuando uno no conocía el término Persona Altamente Sensible, ignoraba que era una de ellas y la manera instintiva que tenía para evitar sentir demasiado era mantener distancia con todos.
Ahora que me conozco mejor y vivo con menos miedo a sentir, estoy disfrutando de esta segunda etapa a otro nivel por esa cercanía que antes no me permitía: conversaciones más personales, abrazos ocasionales… la espita del afecto siempre abierta para todos aquellos a los que considere familia. Y muchos me han escuchado decir más de una vez que Luces es, para mí, mi segundo hogar y mis compañeros lo que son es familia.
Jose, generoso él, me decía el otro día que yo realmente nunca me fui, que siempre estuve ahí. No es verdad: yo me fui, tuve la necesidad de irme, y me alegro de haber tomado esa decisión en aquel momento de necesidad porque la considero una de las decisiones más acertadas que he tomado en mi vida.
Pero más me alegro de haber vuelto. Y de cómo he vuelto. Y de estar formando parte (viviendo) de todo lo que en Luces se está gestando…
Tiempo al tiempo. 🙂