Diario librero · «Quiero escribir sobre la esperanza»

Diario librero de Berni, 3 de agosto de 2023

Quiero escribir sobre la esperanza. Y cuando digo esto no me estoy refiriendo a escribir hoy, aquí, sobre la esperanza. Hablo de una idea que surgió durante mis vacaciones, en la primera semana de julio, y que vengo rumiando desde entonces.

Aquella semana la dediqué fundamentalmente a desconectar de las redes de la librería y leer tres libros largo tiempo pospuestos que tenía muchas ganas de leer: Esta herida llena de peces de Lorena Salazar Masso, Limpia de Alia Trabucco Zerán y Ha pasado un minuto y queda una vida de Gabriela Consuegra. Fue durante la lectura de este último (que será la lectura en septiembre del club de lectura que dirijo) cuando se despertó esta inquietud, concretamente al llegar a un capítulo titulado ‘Grandes esperanzas’ y leer la siguiente cita:

La esperanza le pertenece a la vida,

es la vida misma defendiéndose.

Julio Cortázar

Entonces me dio por pensar

Entonces me dio por pensar que estaría bonito leer algo sobre la esperanza y me puse a buscar bibliografía al respecto (cosas de librero). Para mi sorpresa, en esa primera búsqueda encontré relativamente poco. De hecho, extremadamente poco en comparación respecto a libros dedicados a la felicidad o el optimismo. Y una parte nada desdeñable de lo encontrado, además, referido a la esperanza desde la perspectiva del cristianismo. Parecía como si Ernst Bloch lo hubiera dejado todo dicho en las mil seiscientas páginas de El principio esperanza (publicado en tres tomos por la editorial Trotta) y hubiera poco más que añadir.

Así que se me ocurrió que también estaría bonito escribir sobre la esperanza (ya sabes que soy muy fan de hacer cosas bonitas), no con la intención de publicar, ni mucho menos (los dioses me libren), sino porque es un tema que me interesa y escribiendo (y transcribiendo) reflexiono y asimilo todo mucho mejor.

Y leyendo sobre la esperanza estoy

Y leyendo sobre la esperanza estoy, al menos de cuando en cuando. Empecé sacándome de la biblioteca las Obras y fragmentos de Hesíodo para leer en Trabajos y Días el mito de Pandora (recordemos que la Esperanza es lo único que queda en la caja tras haber sido abierta; de ahí la expresión «la esperanza es lo último que se pierde») y toda nota a pie de página al respecto que pudiera tener su edición en Gredos.

Luego continué con algo ligerito como es El libro de la esperanza de Matt Haig, una obra que, la verdad sea dicha, no me aportó nada; y de ahí pasé a Utopía no es una isla de Layla Martínez, que no es propiamente sobre la esperanza pero sí sobre las utopías, relacionadas a ella. Este último librito publicado por Episkaia sí que me aportó y me parece muy interesante.

Y ahora mismo estoy con el también titulado El libro de la esperanza, obra de Jane Goodall y Douglas Abrams, en el que lees cosas como que la esperanza es «un rasgo de la supervivencia humana, y sin él estamos condenados a perecer».

Leyendo y tomando notas sobre la esperanza: quién me ha visto y quién me ve…

Esta mañana no puedo evitar pensar

Hoy lo que me ha dado por pensar que el que se me ocurriera leer/escribir sobre la esperanza aquella semana de vacaciones no es todo lo caprichoso que suponía, ni que se deba tanto al despertar creativo que aquella semana de descanso me proporcionó (aquel que propició este mismo diario) como a una necesidad de la que no era consciente.

Pienso que aquella semana mi ánimo no era el mejor fundamentalmente porque fue el momento en que, por decirlo de alguna forma, me planteé dejar de alimentar cierta esperanza que durante años he albergado y, aun habiendo dado lo mejor de mí, no me ha llevado a ninguna parte.

Pienso también que la escritura de este diario se inició la semana siguiente a esas vacaciones, y que entonces escribía: «lo que no sabes es por qué ahora, hoy, te has decidido por fin a empezar este diario manuscrito». Pienso que uno escribe para reflexionar y asimilar todo mucho mejor, sí, y para comprenderse. Pero también que tiendo mucho a escribir para sacarme cosas de dentro.

Esta mañana no puedo evitar pensar que todo esto viene por la necesidad de sacar de mí esa esperanza.