El mundo emocional que genera la relación de una persona y su perro no difiere tanto de todos nuestros otros mundos emocionales: está hecho de contacto, rutina, confianza, aburrimiento, ternura, manías… Y de pelo, babas, olores y destrozos varios. El material de la vida, digamos.
Hay mucho compartido. Vivir con un animal no es solo tener un testigo de tu vida, es también ver a través de él tu vida y la suya, el mundo.
Por eso se puede interpretar una cara con hocico y lengua fuera como la más elaborada frase y se puede mirar al animal que se tiene al lado y sentirse comprendido o menos solo.
De comprensión, fidelidad y ternura están hechas todas estas historias sobre perros que os recomendamos hoy en este post.
Disfruten de la lectura y, si lo tienen, de su compañero fiel.