Ni un abanico, ni un refresco, ni el aire acondicionado, ni un primo en Asturias: no hay nada mejor para combatir las altas temperaturas que la literatura.
Todos sabemos que los libros nos transportan, nos llevan a lugares remotos, nos sumergen en mundos inhóspitos, a menudo muy distintos de la realidad que nos rodea. Si esa lectura además os eriza la piel, os congela la sonrisa, u os hace tiritar, mucho mejor. Sí, no vais mal encaminados… en esta ocasión vamos a recomendar algunos libros muy frescos, recién salidos de imprenta, y otros no tan nuevos, pero igualmente escalofriantes, que estamos seguros que os helarán la sangre.
Comenzamos con «El unicornio», de Iris Murdoch, editado por la siempre recomendabilísima editorial Impedimenta. En sus páginas encontramos todos los elementos característicos de la novela gótica: un castillo (en la fría Escocia) con cementerio familiar propio, al borde de un pronunciado acantilado, un mar furioso, una familia fascinante que esconde terribles secretos, así como la presencia, siempre volátil, de lo sobrenatural, rozando a todos los personajes. Se trata de una lectura llena de hermosos aunque desolados páramos que nos sumergirá de lleno en las mismas sombras que frecuentaron autores como Edgar Allan Poe, Mary Shelley, William Hope Hodgson o Ambrose Bierce.
Cambiamos de latitud y hablamos de una nueva autora que está actualmente preparando su segundo libro que será, precisamente, también de carácter gótico: hablamos de Paula Hawkins y «La chica del tren». Es, sin duda, la gran sorpresa literaria de este año: el primer libro de una autora desconocida se encarama a las primeros puestos de las listas de ventas una semana sí y otra también. ¿El motivo? Una narración de suspense al más viejo estilo Agatha Christie, una ambientación propia de una película de Hitchcock y, para qué negarlo, una campaña masiva de marketing. ¿Estamos ante un nuevo bluff o es un libro recomendable para leer este verano? Pues, sin tener muchas expectativas, ha resultado ser una lectura ideal para el verano: el libro es adictivo, se lee de un tirón, y probablemente hasta termines viendo la película cuando se estrene.
En definitiva: léela antes de que te la cuenten.
De la siguiente novela también se está preparando adaptación cinematográfica. De hecho cuenta la leyenda que antes incluso de publicarse ya se estaba buscando productor para «Ready Player One». Al final será será el mismísimo Steven Spielberg el que la dirija, y no le resultará demasiado difícil por lo menos la adaptación, ya que la novela en sí es casi un guión de cine, entendiendo esto no como algo peyorativo, sino al contrario: la acción te atrapa desde la primera página y no pierde el ritmo en ningún momento.
Pero antes de nada, la portada, que nos da la clave para hablar de este libro.
Sí, en efecto, los videojuegos tienen un papel importante en la narración. De hecho, el videojuego es el libro. Porque estamos ante un libro de ciencia-ficción pero, a la vez, la sensación de familiaridad no nos abandona durante su lectura. Imágenes de películas ochentosas como «Los Goonies» o «Regreso al futuro» acuden a nuestra mente hasta que la propia película aparece en la narración. Después vemos la foto del autor, Ernest Cline, en la solapa, encima de su coche, un Delorean, y todo encaja.
Si no sabes lo que es un Delorean, quizás esta novela no sea para ti. Si sabes de lo que hablo, y además sabes lo que es un Arcade, disfrutarás como un niño con «Ready Player One».