«El alma de una caminata es la libertad, la libertad perfecta de pensar, sentir y hacer exactamente lo que uno quiera. Caminamos principalmente para sentirnos libres de todos los impedimentos y de todos los inconvenientes; para dejarnos atrás a nosotros mismos, mucho más que para librarnos de otros. Salgo de paseo porque anhelo un poco de espacio para respirar y para meditar sobre cosas indiferentes, donde la contemplación pueda arreglarse las plumas y dejarse crecer las alas […]»
¿Habrá acaso alguna actividad que haya influido tanto en la fisiología humana como el caminar?
Nuestro córtex cerebral cerebral se desarrolló vinculado por un lado a la necesidad de mantener el equilibrio en esta peculiar forma de caminar sobre dos miembros, que supuso ventajas comparativas en la selección natural; por el otro, al uso de las manos liberadas, la manipulación de herramientas y otras actividades creativas.
La forma de nuestro raquis, o columna vertebral, es el complejo y elegante resultado de un proceso evolutivo guiado por la necesidad tanto de flexibilidad en los movimientos como de soporte postural. Justamente, en la curvatura de la región lumbar el caminar se vincula íntimamente con otra función vital, la respiración, por medio de la conexión entre el psoas y el diafragma.
No es de extrañar que los expertos nos repitan una y otra vez, que caminar es la base de una buena salud y que nos proporciona una vida mejor.
Sin embargo, caminar ya no es necesario, en el sentido de que el ciudadano común de hoy no morirá de hambre, de sed o de frío, por no caminar más de un par de cientos de metros al día. En nuestra búsqueda, la única infatigable, por el confort, hemos construido habitáculos móviles que nos transportan, aislándonos del medio y privándonos de todos los enormes beneficios del caminar.
Con la llegada de la primavera, del buen tiempo, nos proponemos un regreso, a pie, a esta actividad tan simple como fundamental, instintiva y atávica.
Os proponemos una serie de lecturas que nos recuerdan el significado de andar, desde puntos de vista históricos, antropológicos, medioambientales y culturales.
Disfrutad del paseo.
Federico Lang.