Reseña de Jose Díaz Muñoz
Tras la consecución del Premio Planeta 2021 con La bestia, retorna nuevamente el seudónimo de Carmen Mola con un nuevo caso para la inspectora Elena Blanco y su Brigada de Análisis de Casos.
Como ya lograran con La novia gitana (Alfaguara 2.018), La red púrpura (Alfaguara 2.019) o La Nena (Alfaguara 2.020), los autores vuelven a superar la intensidad de las anteriores entregas con este nuevo libro, llegando a extremos inimaginables.
Tras el descubrimiento del cadáver de un hombre cruelmente asesinado junto al feto del que sería su futuro hijo, el cuerpo de policías liderado por Blanco se verá envuelto en la resolución de múltiples casos criminales donde cualquiera puede ser sospechoso. La relación de estos casos con las historias personales de muchos de los protagonistas acelera el pulso del lector tan pronto empieza uno a empatizar con los mismos.
La narración fluye de forma trepidante, sin dar descanso al lector ante el incesante flujo de acontecimientos. En ellos, los Zárate, Orduño, Reyes… contribuyen de modo sobresaliente en cada una de sus apariciones, equilibrando una balanza a la que la inspectora intenta dar estabilidad a pesar del vaivén de sensaciones que sufre.
La positiva evolución de la saga es notablemente exponencial, tanto en generación de una amalgama sensaciones al lector como en la incuestionable adicción a seguir leyendo. Leer Las madres es ir planteándose uno mismo las decenas de situaciones que padecen los personajes. Es querer ser miembro de la BAC y ayudar a resolver. Es desear que pronto haya una nueva entrega.
Sin duda eleva el listón de la novela negra hispana en el panorama internacional literario y contribuye a mantener viva la llama de la creación de nuevos lectores.
Gustará hablar de esta novela.